Epilogo

Es un libro para la reflexión de todo lo que hemos hecho hasta el momento en administración electrónica, que no lo hemos pensado mal, pero sí creo que no se ha hecho bien, y quizás el motivo haya sido la disponibilidad de excesivos recursos (creo que la crisis, de la que tanto hablamos ahora y en la que nos escudamos, nos hubiera hecho un gran favor en su momento).

Mejor que inventar, habría sido innovar, pero por favor!..., que daño nos ha hecho “inventar”, y desde luego darle al ciudadano lo que no nos estaba demandando y ante la falta de transparencia, todo servía.  

Por tanto, el dicho de que no hay mal que por bien no venga, cobra sentido una vez más, y todos estos errores nos lleva a crear infraestructuras y servicios comunes, a buscar colaboraciones, capas de servicios que no requieran inversiones, que no supongan un trauma en la gestión del cambio, que realmente se pague por lo que se consuma y en el peor de los casos si no nos sirve, no implica una pérdida de recursos económicos y cronológicos.

La intención final de lo escrito es que tenemos que ser capaces de entender que hacer, como acometerlo, cómo y con quien colaborar para conseguir evolucionar a una administración inteligente, que de paso a una Ciudad Inteligente, con ciudadanos inteligentes y donde se hable de la administración electrónica como hoy podemos hablar de un servicios de recogida de basuras o del uso diario del agua y la electricidad que nadie se cuestiona.

El error es mirar lo de ayer con ojos de hoy, querer que las cosas vuelvan a ser igual cuando todo ha cambiado: el ciudadano, los servicios, la administración, la forma de relacionarse, la forma de gestionar, la forma de demandar y ofertar, la situación económica, las tendencias, los profesionales, las personas y desde luego…… la forma de comunicarnos.

También es muy importante romper la brecha digital que separa geográficamente el centro de la periferia y compartir con las administraciones territoriales los adelantos tecnológicos llevados a cabo por la AGE desde la aprobación de la Ley 11/2007. Es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro país que la Administración proporcione servicios electrónicos completos, de calidad y fáciles de usar y que permita nuevas formas de colaboración y relación empleando las tecnologías. Para ello las principales medidas propuestas son: la eliminación de cargas administrativas innecesarias, la adaptación de los servicios públicos a las necesidades ciudadanas, el desarrollo de una estrategia de gobierno abierto que estimule la transparencia, la participación y la colaboración con otros agentes y la reutilización de la información del sector público para facilitar la generación de valor y conocimiento.

© Virginia Moreno Bonilla